QUÉ ES LA DEPENDENCIA SEGÚN EL CONSEJO DE EUROPA

Estamos en un contexto donde se está produciendo la paradoja de una mejora de las tasas de mortalidad por los avances médicos y sin embargo se están empeorando las de nacimiento por los cambios culturales.

Esto hace que el número de personas mayores sea llamativamente mayoritario. 

A ello hay que añadir el aumento de la siniestrabilidad laboral y de los accidentes de tráfico.

También se suman los cambios en la estructura familiar y el fenómeno de la incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar. 

Con este caldo de cultivo las Administraciones se ven en la obligación de intervenir y se legisla en favor de todas aquellas personas que por su situación de vulnerabilidad, necesitan apoyo para realizar las actividades básicas de la vida diaria. 

España siguiendo el mandato Europeo, pone en marcha lo que se ha venido a llamar el “cuarto pilar del Estado de Bienestar Social": el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.

Sin embargo, a pesar de su corta vida, muchos hablan ya de un fracaso y yo diría que en algunos casos una falta de conocer la verdadera realidad de estas personas y sus familias. 

Es cierto que el escenario de crisis del Estado de Bienestar no está ayudando, pero también hay que añadir esa falta de conocimiento de las necesidades asistenciales que presentan las situaciones de dependencia funcional, las formas y los modos de gestionar la ayuda.

Por ejemplo, es un contrasentido que la mayor parte de la carga de trabajo sea realizada por los empleados del hogar y sin embargo el cheque servicio no sea canjeable para una familia que tenga contratada a este tipo de empleado.

Según Comisiones Obreras en la actualidad, el servicio doméstico puro y duro, ya no solo constituye un lujo que es disfrutado por los “ricos”, sino que, en la mayor parte de los casos, se trata de un instrumento al que la mayoría de las familias de clase media recurren para que ambos progenitores puedan salir de casa a realizar las actividades laborales o profesionales, ayudándoles a conciliar su vida laboral y familiar.

Se trata por tanto, de un gasto necesario para poder obtener los recursos económicos.

Este aumento de las personas dependientes, está haciendo que entre otras, una serie de prestaciones como los centros de días y de noche, la atención residencial, la teleasistencia, la Ayuda a Domicilio, el asistente personal y por favor, no olvidemos a los empleados del hogar que trabajan al margen de la Ley de la Dependencia y de los Servicios Sociales, y que están ayudando a estas personas.

Dicho todo esto, habría que detenerse en el concepto principal. Qué es la dependencia funcional. 

El Consejo de Europa la define como un estado en el que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los que tienen que ver con el cuidado personal.

No podemos olvidar que a pesar de los intentos de la Administración de asumir la asunción del problema, este fenómeno sigue descansando en las familias y sobre todo en la mujer con una edad media. 

Hay que decir que ser dependiente no es solo una exclusividad de tener una edad avanzada, aunque es el grupo más numeroso pues existe la correlación que a mayor edad más posibilidad de ser dependiente.

En la vejez, la mayoría de personas dependientes son mujeres, porque el hombre fallece antes. 

Téngase en cuenta que las parejas entre hombres y mujeres, es el primero el que tiene mayor edad. Esto hace también que en las personas mayores la soledad tenga nombre de mujer, al quedar viudas antes. 

Otro dato interesante a destacar es que los accidentes laborales crean más personas dependientes que los accidentes de tráficos.

Terminar diciendo que discapacidad, deficiencia y dependencia se han venido utilizando como sinónimos de manera incorrecta. 

Se puede decir que son complementarios entre ellos, pero pertenecen a realidades distintas.La deficiencia es debido a una anomalía de un órgano o su función. Esta puede ser física, psíquica o sensorial.

La discapacidad son las limitaciones que una persona padece a la hora de hacer una actividad y puede tener origen en una deficiencia. La dependencia es la consecuencia de las dos anteriores.

También existe el vocablo minusvalía que sería la situación de desventaja en la que se encuentra una persona como consecuencia de una deficiencia o una discapacidad. 

Aquí el término de restricción también es importante en el sentido de la falta de participación y puede tener la consecuencia de ser dependiente. No obstante la expresión de minusvalía está en desuso.